"Mindfulness: La Magia de Estar Presente"
"¿Mindfulness? Básicamente es darte cuenta que llevas 5 minutos lavando los platos y soñando despierto con ser millonario. ¡Vuelve al presente antes de que te quedes sin esponja!"
Seguro has escuchado la palabra mindfulness más de una vez, pero, ¿realmente sabes lo que es y lo que puede hacer por ti? Estamos tan acostumbrados a vivir en piloto automático, con mil pensamientos en la cabeza, que nos perdemos de lo que está pasando ahora mismo. Es como si viviéramos de tarea en tarea, de pendiente en pendiente, sin detenernos un momento a respirar. El mindfulness es justo lo contrario, es darle a tu mente una pausa, un respiro, y traerla al presente.
¿Es lo mismo mindfulness que meditación?
Esta es una de las grandes preguntas. Mindfulness y meditación a veces se confunden, pero no son lo mismo.
Meditar es una práctica formal en la que te sientas en un lugar tranquilo y sigues un proceso específico para concentrarte en tu respiración o un objeto de atención. Existen muchas técnicas de meditación, como la meditación trascendental, la meditación guiada, la meditación de concentración, entre otras. Cada técnica tiene sus propias características y objetivos, como lograr estados de calma, introspección o conexión espiritual.
Mindfulness, en cambio, es una actitud, una manera de estar presente y consciente en el momento actual. Hay 2 (dos) tipos de mindfulness: formal e informal. En el mindfulness formal las prácticas son muy similares a la meditación, sentarse en un lugar tranquilo y demás... Existen programas protocolizados que duran semanas de entrenamiento como el del Dr. Jon Kabat-Zinn del Centro Médico de la Universidad de Massachusetts. En cambio, el mindfulness informal es una práctica que puedes realizar mientras caminas, lavas los platos, te bañas e incluso trabajas, y sin juzgar lo que ocurre. Es como llevar la calma de la meditación a todo lo que haces. ¡Así que sí, son primos, pero no gemelos!
En resumen, el mindfulness es una técnica de meditación, pero no todas las meditaciones son mindfulness. Mientras que la meditación puede tener una variedad de enfoques, el mindfulness se trata de entrenar la mente para estar en el aquí y ahora.
¿Y esto funciona de verdad? La ciencia lo respalda.
Sí, el mindfulness no es solo una moda pasajera. Hay estudios que han comprobado sus efectos positivos. Por ejemplo,
Reducción del estrés
El mindfulness es particularmente eficaz para reducir el estrés. Un estudio publicado en JAMA Internal Medicine mostró que el mindfulness ayuda a disminuir los niveles de estrés de manera efectiva. Puedes encontrar el estudio aquí:
Mejora en la Ansiedad y Depresión
Un metaanálisis en Clinical Psychology Review encontró que las intervenciones basadas en mindfulness (MBI) eran eficaces para reducir la ansiedad, la depresión y el estrés. Aquí puedes acceder al metaanálisis:
Mejor Regulación Emocional
Un estudio en la revista Emotion demostró que el mindfulness ayuda a las personas a regular mejor las emociones intensas. Puedes leer más sobre este estudio aquí:
Mejora Cognitiva y de Atención
Investigadores de la Harvard Medical School demostraron que el mindfulness mejora la atención sostenida y modifica áreas del cerebro vinculadas a la concentración. Aquí está el estudio:
Efectos fisiológicos
El mindfulness también mejora la salud cardiovascular y la respuesta inmunológica. Un estudio realizado por la Universidad de Wisconsin mostró estos beneficios, y puedes leerlo aquí:
Mejora General de la Salud Mental
Se ha demostrado que el mindfulness es útil como tratamiento complementario para condiciones como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastornos alimentarios y el abuso de sustancias:
Existen más estudios al respecto, y estas referencias respaldan el contenido sobre la efectividad del mindfulness con evidencia científica.
Ejercicios simples de mindfulness para tu vida diaria
Pero, ¿Cómo llevamos esto a la práctica sin tener que apartar 30 minutos al día para meditar? Aquí te dejo algunos ejercicios sencillos de mindfulness que puedes hacer mientras realizas tus actividades cotidianas:
Caminando: Cuando camines, ya sea a la tienda o dando una vuelta, presta atención a cada paso que das. Fíjate en cómo se siente el suelo bajo tus pies y cómo se mueve tu cuerpo.
Lavando platos: En vez de pensar en lo que harás después, concéntrate en cómo el agua toca tus manos, el aroma del jabón y el sonido de los platos. Mantente presente en esa pequeña tarea.
Limpiando la casa: Cuando estés barriendo o pasando el trapo, enfócate en el movimiento de tus brazos, en los detalles de lo que estás limpiando, y disfruta el simple acto de hacerlo bien.
Bañándote: Mientras te duchas, siente cómo el agua cae sobre ti, disfruta la sensación, el olor del jabón, la temperatura, el sonido. Haz de tu ducha un momento de relajación y conciencia.
Al comer: Presta atención a cada bocado, saborea la comida como si fuera la primera vez que las pruebas. Come despacio, notando los sabores, olores y texturas.
OPINIONES QUE VALEN
"El mindfulness me ha ayudado a estar más conectado con mi entorno ya tener una mejor relación con mi ansiedad", comenta Dra. Laura Pacheco, psicóloga especializada en terapias cognitivo-conductuales. "Es una herramienta que recomiendo mucho porque es accesible para todos y puedes aplicarlo en cualquier parte".
"Antes de practicar mindfulness, mi día parecía un caos de pendientes y preocupaciones. Ahora, tengo momentos de calma en medio de la tormenta", dice Carlos Rivas, coach de bienestar y conferencista.
¿Y qué pasa si no lo hago?
Es fácil caer en la rutina sin siquiera darnos cuenta. ¿Cuántas veces ha terminado el día y te preguntas, "¿Qué hice hoy?" Este vacío se acumula, y cuando no estamos atentos a nuestro bienestar mental, las cosas pueden salirse de control. Estrés, ansiedad e incluso burnout son solo algunos de los problemas que pueden surgir de vivir en automático.
Conclusión
Mindfulness: La Magia de Estar Presente, no es una varita mágica, pero sí es una herramienta poderosa para lidiar con el ajetreo de la vida diaria. Solo requiere algo de práctica y compromiso, pero los beneficios a largo plazo son enormes. Así que la próxima vez que te sientas abrumado, recuerda: respira, vuelve al presente y dale un descanso a tu mente.
Hasta la próxima,
Roxana Eugenio Feijóo
Health Coach y Experta en Mindfulness
Psicología Positiva e Inteligencia Emocional
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